Guión de Philip Dunne ("Que verde era mi valle") y Julien Josephson y dirección del veterano y pionero del cine Allan Dwan para una película que fabula gratamente sobre la figura histórica del principal impulsor de la construcción del Canal de Suez, Ferdinand de Lesseps, encarnado para la ocasión por el galán Tyrone Power.

Además de todos los conflictos y problemas con que se encuentra Lesseps para desarrollar la idea de la construcción del famoso canal, el film muestra los dilemas amorosos del personaje con caracteres de diferente procedencia social. Igualmente aborda los temas políticos existentes en el periodo de Napoleón III. Republicanos y monárquicos se enfrentan en Francia mientras en Egipto el bueno de Lesseps lucha contra las fuerzas de la naturaleza, las flaquezas económicas y las trabas legales con el objetivo de terminar de confeccionar el cauce tan provechoso para la economía mundial.

Con una trama no muy bien acabada, la película a veces pierde su pulso en demasiadas diatribas políticas no muy bien tratadas. Además las relaciones sentimentales también permanecen superfluas pero globalmente su totalidad destila la esencia del cine de la época y la ambientación está bastante conseguida. Como curiosidad decir que Tyrone Power y Annabella contrajeron matrimonio al año siguiente, 1939.